NATURALEZA
Parque Natural Sierras de Tejada, Almijara y Alhama
Las cumbres del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama hacen de frontera natural entre las provincias de Málaga y Granada. Las sierras de Tejeda y Almijara se ubican del lado malagueño, en el corazón de la comarca de la Axarquía. Alhama se corresponde con la parte más occidental de la provincia de Granada. Desde el pico de Tejeda se pueden divisar, desde sus 2.065 metros de altitud, espectaculares vistas de la costa mediterránea y las sierras vecinas, frecuentada por senderistas y montañeros.
En estas sierras predominan los tonos blancos y grises de crestas y barrancos, consecuencia del abundante mármol de la zona. La descomposición de estas rocas crea arenas donde los pinares se adaptan y forman los ecosistemas más extendidos, compuestos por pinos carrascos, negrales e incluso laricios. En las zonas más altas y umbrías, también aparecen robles melojos y arces.
El nombre de Tejeda proviene de lo abundantes que eran éstos árboles en el pasado. Actualmente existe una tejeda, la más meridional de la Península Ibérica y una de las mejores de Andalucía, que se puede observar en el ascenso al Salto del Caballo.
En estos parajes, de árboles y roquedos, es fácil sorprender durante el vuelo a grandes águilas, como la real o la perdicera. Gran interés presenta la población de cabra montés, una especie exclusiva ibérica, que tiene en el Parque una de las más numerosas del país.
Ríos y arroyos descienden rápidamente por las laderas de estas sierras, ofreciendo espectaculares saltos, como Los Árboles Petrificados, donde el agua caliza mineralizó antiguos troncos. En otros casos, las aguas dan lugar a algunos de los desfiladeros más impresionantes, llamados en este lugar Cahorros. Otros de los elementos geológicos que destacan son la cueva de Nerja, declarada Monumento Nacional, y también la sima de la Maroma.
Aunque en este espacio confluyeron diversas culturas, las tres sierras tienen una marcada herencia musulmana, con pueblos blancos repartidos por valles y sierras de difícil acceso. El poniente granadino conserva la huella de los últimos reductos nazaríes en España. Sus fértiles tierras, ricas en la producción de frutas tropicales como las de Otívar, marcan su gastronomía. Tradicionales son los potajes de la sierra, la carne de caza, el choto o la elaboración de artesanales quesos de cabra. Por otro lado, Alhama cuenta con un interesante conjunto monumental y etnográfico, de origen romano, andalusí y morisco, con fachadas de cal y retorcidos arcos, escalinatas y torreones.
La Axarquía malagueña, de marcado carácter morisco, posee una de muestras arquitectónicas más representativas en la Torre Alminar del pueblo de Salares. Otro atractivo de la comarca malagueña se puede degustar en forma de vino moscatel y pasas, siendo la conocida Noche del Vino de Competa una buena oportunidad para saborear estos caldos.
Paraje Natural de Acantilados de Maro y Cerro Gordo
Desde el mirador de la Torre de Maro se disfruta del espectacular Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo. La panorámica se compone de abruptos acantilados intercalados con playas y pequeñas calas de difícil acceso, mientras que en las laderas de la montaña cuelgan impresionantes terrazas cultivadas a grandes alturas.
Este enclave se extiende desde la torre de vigilancia costera de Maro hasta la Cala de Calaiza e incluye, además, una franja marina de gran valor ecológico. Realizando el sendero que se adentra en el Bosque del Cañuelo, se atraviesa por matorral mediterráneo y masas arbóreas de pino carrasco, junto con especies poco comunes como el buxus balearicas. Este arbusto tóxico soporta temperaturas extremas y puede llegar a vivir más de quinientos años. La presencia de aves, como lavanderas o gaviotas, acompañan durante el recorrido.
Descendiendo a la playa, se observan en los acantilados aprovechamientos agrícolas relativamente recientes, como el cultivo de frutos tropicales. Estos nuevos ingredientes se han ido introduciendo en la cocina tradicional de la zona, diversificándola y enriqueciéndola.
En las inmediaciones del Paraje Natural se encuentra la Cueva de Nerja compuesta por distintas galerías, en las que se encuentran un sinfín de estalactitas, columnas y cascadas. En este lugar, se han hallado también importantes yacimientos arqueológicos del Paleolítico: restos humanos, pinturas rupestres, cerámicas y útiles diversos. Otras visitas pueden ser a la Torre de los Guardas, conocida como el Balcón de Europa, el Acueducto del Águila en el Barranco de la Coladilla o los restos de una calzada romana en el barranco de Maro.Al sumergirse mar adentro desde playas como la de Cantarriján, se pueden disfrutar de grutas y fondos escarpados en los que habitan un gran número de especies vegetales, así como una rica variedad de fauna marina. Destacan las extensas praderas de Posidonia. A su abrigo conviven corales, esponjas y una amplia variedad de peces, algunos de vivos colores como el pez doncella o espectaculares como el pez luna. Un paseo en barco permite al visitante acercarse a lugares poco accesibles y de gran belleza. Durante el trayecto se pueden avistar los saltos y cabriolas de los delfines que atraviesan el Mediterráneo, mientras que sobrevolando los acantilados, pueden identificarse al acecho rapaces como el cernícalo primilla o el veloz halcón peregrino.